Él no lo dudó, cuando le pregunté de qué quería su fiesta me dijo: ¡de pitufos!
La verdad es que no se muy bien de donde ha sacado la idea, porque no hemos visto pitufos en la tele, ni el el cine ni en cuentos, pero como era su cumple, ¡había que buscar pitufos!
La mesa fue el escenario
La comida fue muy simple: nachos con guacamole, zanahoria con Hummus, gazpacho, nuggets de pollo, albóndigas con salsas y gnochis rellenos de pesto.
El toque diverido fueron unos pequeños pitufitos que estaban repartidos por toda la mesa.
En la decoración añadí unos nidos que simulaban las casitas de los pitufos. Y como mantel...césped artificial para llevarnos hasta la tierra pitufa.
El azul fue el color protagonista en platos, globos, guirnaldas y hasta en la bebida... en unas pequeñas copitas serví un refresco de frutas de color azul que, además de ser muy llamativo, estaba riquísimo, a los niños les encantó (y los grandes también)
Lo malo de cumplir años en julio es que hace un calor horrible, por eso, aunque Naím quería haberse disfrazado, solo le puse un gorro de pitufo, para que estuviera más fresquito. Eso si, casi no se lo quitó.
¡Espero que os sirva para coger ideas para hacer una fiesta pitufa!
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