Todas las que somos mamás sabemos que una
tarde con un niño puede hacerse realmente larga…cuando hace buen tiempo,
solecito y temperaturas ideales, se nos va media tarde en el parque y luego es
“coser y cantar” (quizá mucho de “coser” y poco de “cantar”)
pero…¿qué hacemos cuando hace un frío de
muerte y llueve a cántaros? recogemos al peque de la guarde y tenemos
aproximadamente unas 4 o 5 horas hasta que empezamos con las rutinas del baño y
la cena… ¡¡¡4 horas!!!
Aquí os doy algunas ideas para pasar una tarde
de lluvia con un terremoto de 18 meses incansable y ¡sin gastarse ni un duro!
La tarde empieza desde el momento en que llego
a recogerle a la guarde, que en mi caso, son las 16:00 de la tarde. Teniendo en
cuenta que hemos dicho que está lloviendo, puede ser un plan divertido pararse
en algún charco a saltar. A mi hijo le encanta, se ríe muchísimo, los que me
seguís por Instagram ya lo habéis visto…
Al llegar a casa, os propongo aprovechar el
momento de quitarse el abrigo para hacer unas cuantas “carreras de superMan”
por el pasillo. Es fácil, solo tenéis que quitar las mangas del abrigo y
mantener la capucha puesta en la cabeza, a modo de capa. El juego es muy
simple: gritando tan alto como puedas tienes que decir: SUPERMAAAAAAAAAN,
mientras sales corriendo por la casa con uno de tus brazos en alto. El resto
sale solo, tu hijo automáticamente saldrá corriendo detrás de ti, diciendo algo
que se parece mucho a SUPERMAN, gritando y con su pequeño bracito en alto.
Con esto puedes tener unos 15 minutos más o
menos, contando con los otros 20 minutos que has tardado en llegar a casa
porque te has parado a saltar charcos…ya son casi las 17:00. HORA DE LA
MERIENDA.
Mi pequeño incansable se come la merienda en
un visto y no visto, como si no hubiera comido en su vida, se come la fruta, se
toma un batido o un zumo y coge una galleta, en menos de 10 minutos hemos
merendado y estamos dispuestos a seguir con nuestra tarde de lluvia casera.
En mi casa vivimos en una fiesta permanente,
porque lo normal es que tengamos unos 15 globos hinchados en un día cualquiera.
Mi hijo es un apasionado de los globos, así que es un recurso que utilizo
bastante.
Metemos todos los globos en el circo de IKEA que
tiene en su habitación, y nos metemos los dos dentro (si no tienes una cosa
así, puedes fabricar algo parecido con un par de sillas y una sábana grande por
encima)
Una vez estamos, mi hijo, los 20 globos y
yo dentro de un espacio ínfimo, comenzamos la: LLUVIA DE GLOBOS
Con la máxima velocidad posible batimos
nuestros brazos para intentar levantar todos los globos a la vez, es muy
divertido, a no ser que al peque le den miedo los globos, que puede ser, porque
en la lluvia de globos suelen explotar algunos… a nosotros es que eso de que
exploten nos hace más gracia…
Yo os diría que con esto ya os han dado las
17:30 tranquilamente, quizá un poco más, si vuestro hijo come como una persona
y no como un animal…
Después de tanta actividad, yo suelo intentar
bajar pulsaciones, porque a estas alturas estamos los dos sudando como pollos,
porque en el circo se crea un microclima tropical de humedad y unos 40grados.
Nos gusta mucho leer cuentos, nos ayuda a
aprender palabras nuevas, tocar diferentes texturas, escuchar sonidos…hoy en
dia hay una gran variedad de libros para los más peques, estoy completamente
enamorada de la literatura infantil, hay veces que no soy capaz de resistirme y
me vuelvo loca en las librerías… en casa teNemos nuestros cuentos favoritos…
aquí os los enseño:
El de Blas es muy divertido porque incorpora
una marioneta del personaje al que puedes mover con las manos. El de los tres
cerditos, un clásico que incorpora diferentes texturas en los personajes y en
los escenarios, y el de el Pez, un cuento en 3D con unos colores llamativos y
unos escenarios que se convierten en reales (tengo pensado escribir un POST
acerca de literatura infantil con recomendaciones de libros para que tanto los
peques como las mamis disfrutemos de ese momento de lectura)
En esta actividad el tiempo es variable,
depende de la motivación que tenga el niño por la lectura, en mi caso he tenido
serte, porque a mi príncipe le encantan los cuentos y me da para bastante
tiempo…
Como ya hemos pasado un rato relajado, toca de
nuevo ponerse a tope. Imagino que en esta parte, habrá muchas mamis que no
estén de acuerdo, pero yo suelo dedicar un rato del día a saltar en la cama. De pequeña me parecía una de las cosas más divertidas del mundo, y quiero que mi hijo
disfrute también. Nunca le dejo solo, estoy con él supervisando que no se caiga
o que no se choque contra las paredes, y pasamos un rato genial. Solo paramos
cuando estamos sudando a chorros y respiramos a mil.
Me atrevería a decir que con esta actividad ya
hemos llegado a las 18:30
Después de este subidón, tenemos que
relajarnos un poco, una gran idea que a los niños les encanta es la pintura de
cara. Mi amiga Rosalía me regaló un kit completo de pinturas de todos los
colores. Son geniales, se quitan muy fácilmente con
toallitas. Nos encanta pintorrejearnos, nuestras caras se convierten en
auténticas obras de arte. Acabamos pintándonos las manos, el cuello (y un poco
de suelo también) pero quedamos así de guapos:
Seguro, seguro que ya son las 19:00.
Otro juego que nos gusta mucho en casa es el
de Mamá Zombi, básicamente es un pilla pilla de toda la vida pero añadiendo un
poco de ruido de zombi y movimientos más lentos y tenebroso, si además
incluimos el factor “me escondo detrás de una puerta y salgo dándote un susto”
queda un juego de lo más enriquecido. Los gritos están asegurados, las carreras
por el pasillo también y quizá algún moratón.
Para terminar nuestra tarde lluviosa, podemos
ir a un rinconcito acogedor, tranquilo y agradable (los que me seguís por
Instagram ya habéis visto e nuestro) donde hacer un dibujo o pegar unas
pegatinas en un folio…
De esta manera, ya hemos cubierto una tarde en
casa sin perder ni un minuto de entretenimiento.
Y siempre tenemos algunos recursos exprés para esos minutos que se quedan muertos... montar a caballo, en moto, pegar pegatinas por los muebles
Nuestra hora del baño es a las 20:00, solemos
ser muy puntuales con las rutinas, 20:30 cena y a las 21:00 a dormir ( después
del rosco de Pasa palabra)
Os garantizo que una tarde así se traduce en
una noche del tirón para el peque y casi seguro que para las mamis también, que ¡hemos sudado lo nuestro!
Espero que os haya gustado mucho y que os de
ideas para esas tardes improvisadas que tanto nos asustan