JUNTOS


Cuando me dijiste “mamá”  por primera vez creí que había escuchado lo más emocionante de mi vida. La palabra que más me iba a conmover que saliera de tu boca.

Y, sin embargo, la palabra más bonita que me has dicho vino muchos meses después.
JUNTOS.
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CHEESECAKE SIN GLUTEN NI LACTOSA



Como os prometí, en el post de hoy os traigo una rica receta que es un acierto seguro.
¡La famosísima y deliciosa cheesecake!

Imagino que ya os habréis dado cuenta de que soy celíaca, y en mi familia somos unos cuantos, y además, aunque yo no tengo ningún problema con la lactosa, en casa también contamos con algún intolerante a ella, así que la mayoría de las recetas que os enseñaré son sin gluten y sin lactosa. Os aseguro que el sabor es estupendo, no os dejéis engañar por pensar que las cosas sin gluten están malas, o que por no tener gluten ni lactosa esta tarta no va a tener sabor, ¡para nada! está buenísima, os lo garantizo.

Es más, hay algunas teorías que dicen que una dieta sin gluten y sin lactosa son más sanas de por sí, que conste que yo no tengo ni idea, hago dieta sin gluten porque soy celiaca, no porque sea saludable o no…

Bueno, no me voy a enredar con esto, en algún post os hablaré de mi vida como celiaca, mis lugares favoritos de Madrid, etc… Pero hoy os traigo la receta de la cheesecake que es lo que nos interesa.

Tengo que avisar: las medidas son totalmente estimadas, porque es una receta que llevo haciendo un montón de años y lo hago todo a ojo, pero voy a intentar ser lo más exacta posible.

Primero os cuento los ingredientes para un molde de una tarta de 8 porciones generosas (12 para los que comen menos) Aunque yo los presenté en vasitos individuales porque me gusta mucho más esta presentación.


Ingredientes:



-         -  Dos torres de galletas sin gluten tipo María (yo compro las de Mercadona y uso los dos paquetes que vienen dentro)
-          - 200g de margarina.
-          - Un vaso de leche entera sin lactosa
-          - 4 láminas de gelatina neutra o cola de pescado
-          - 200g de azúcar blanca (aunque eso dependerá de lo dulce que te guste)
-          - 300 g de queso Philadelphia sin lactosa
-          - Mermelada de fresa (un bote de unos 200g)

Preparación:

**Si se va a preparar en un molde de tarta, es necesario cubrir todo el molde con papel de aluminio para evitar derrames. Si es en vasitos individuales no es necesario.**

En primer lugar trituramos las galletas hasta conseguir un polvo sin trozos grandes, podemos hacerlo con aparatos de cocina específicos para ello o con un rallador tradicional en el caso de no contar con ellos.


Derretimos la margarina en el microondas y se añade al polvo de galletas, se mezcla bien hasta que nos queda una pasta. (Aviso: esto sólo ya está para morirse de rico)



Vertemos la mezcla en el molde que vayamos a usar y aplastamos con una cuchara para que quede una superficie lo más lisa posible.

Por otro lado, metemos en un bol con agua fría las láminas de gelatina durante 5 minutos hasta que se ablanden y se hidraten.

Calentamos un minuto y medio el vaso de leche y metemos las láminas de gelatina previamente hidratadas. Removemos hasta su disolución. La leche debe estar caliente para que se disuelva bien la gelatina.

En el recipiente de la batidora vertemos: la mezcla de leche con gelatina, el queso y el azúcar. Se bate bien para que no queden grumos.

Esa mezcla (completamente líquida) la vertemos encima de la pasta de galletas en el molde, y lo dejamos enfriar en la nevera al menos 8 horas para que cuaje bien.
Cuando ya está cuajada, ya se puede desmoldar y servir, con la mermelada de fresa o de frambuesa.

Venga, animaos a hacerla, que os vais a chupar los dedos.



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FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN



Por fin llegó este día esperado para todos los enamorados. Ese día en el que las rosas se cuentan por docenas, todo parece tener forma de corazón y el postre es un plato con dos cucharillas…

Feliz día de San Valentín a todos. Yo también voy a celebrar este día, pero las dos cucharillas del postre son para mí. Una para la mano derecha y otra para la izquierda, porque no pienso compartir mi trozo de tarta con nadie. El que quiera tarta, que se compre una…

Yo no voy a hacerle mimos a nadie en la rodilla mientras intento comer una rica cena a la luz de las velas, creo que es muy incómodo comer con una sola mano, por mucho amor que le tengas a la otra persona, y la luz de las velas me impide ver lo que me estoy comiendo.

No voy a dormir con nadie, no me van a quitar la manta en medio de la noche, ni me van a despertar sonidos estridentes que salen de dentro del cuerpo…
No voy a compartir un bol de palomitas mientras veo una peli en el sofá, y tampoco voy a comprar un conjuntito sexy, voy a ponerme mi pijama de siempre con los calcetines por fuera, ¡que estamos en invierno!

No, no estoy en contra del amor, no penséis que miro con odio a las parejas que pasean de la mano mientras yo paseo sola, ellos son adorables y a mí me gusta mucho pasear sola.
El amor es maravilloso, de hecho, yo me estoy enamorando…de mí.

Me conozco desde hace 33 años y nunca me había fijado en mí. Me había pasado desapercibido lo maja que soy.

Es posible que penséis que estoy escribiendo esto en uno de esos subidones de autoestima que nos dan a las mujeres de vez en cuando, y puede ser que sí… pero aprovecho, porque últimamente me dan muchos de estos subidones y me encuentro fenomenal, aunque quizá mañana llore por los rincones porque me ha salido una cana…

Pero sí, me gusto, cada día me gusto más, me estoy enamorando locamente de mí. Me encanta pasear, compartir un postre conmigo misma, hacerme regalos y decirme cosas bonitas todos los días.

Hoy celebro San Valentín porque me quiero un montón.

Lo mejor que me ha podido pasar es conocerme, porque solo me conocía de vista, y ahora, después de muchas conversaciones conmigo misma, se cómo soy, lo que me gusta, lo que quiero hacer y lo que no haré jamás, y resulta que tengo bastantes cosas en común conmigo, así que la convivencia es perfecta.



¡Feliz día de los enamorados a todos!
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IDEAS PARA UNA TARDE DE LLUVIA



Todas las que somos mamás sabemos que una tarde con un niño puede hacerse realmente larga…cuando hace buen tiempo, solecito y temperaturas ideales, se nos va media tarde en el parque y luego es “coser y cantar” (quizá mucho de “coser” y poco de “cantar”)

pero…¿qué hacemos cuando hace un frío de muerte y llueve a cántaros? recogemos al peque de la guarde y tenemos aproximadamente unas 4 o 5 horas hasta que empezamos con las rutinas del baño y la cena… ¡¡¡4 horas!!!

Aquí os doy algunas ideas para pasar una tarde de lluvia con un terremoto de 18 meses incansable y ¡sin gastarse ni un duro!

La tarde empieza desde el momento en que llego a recogerle a la guarde, que en mi caso, son las 16:00 de la tarde. Teniendo en cuenta que hemos dicho que está lloviendo, puede ser un plan divertido pararse en algún charco a saltar. A mi hijo le encanta, se ríe muchísimo, los que me seguís por Instagram ya lo habéis visto…





Al llegar a casa, os propongo aprovechar el momento de quitarse el abrigo para hacer unas cuantas “carreras de superMan” por el pasillo. Es fácil, solo tenéis que quitar las mangas del abrigo y mantener la capucha puesta en la cabeza, a modo de capa. El juego es muy simple: gritando tan alto como puedas tienes que decir: SUPERMAAAAAAAAAN, mientras sales corriendo por la casa con uno de tus brazos en alto. El resto sale solo, tu hijo automáticamente saldrá corriendo detrás de ti, diciendo algo que se parece mucho a SUPERMAN, gritando y con su pequeño bracito en alto.



Con esto puedes tener unos 15 minutos más o menos, contando con los otros 20 minutos que has tardado en llegar a casa porque te has parado a saltar charcos…ya son casi las 17:00. HORA DE LA MERIENDA.

Mi pequeño incansable se come la merienda en un visto y no visto, como si no hubiera comido en su vida, se come la fruta, se toma un batido o un zumo y coge una galleta, en menos de 10 minutos hemos merendado y estamos dispuestos a seguir con nuestra tarde de lluvia casera.



En mi casa vivimos en una fiesta permanente, porque lo normal es que tengamos unos 15 globos hinchados en un día cualquiera. Mi hijo es un apasionado de los globos, así que es un recurso que utilizo bastante.
Metemos todos los globos en el circo de IKEA que tiene en su habitación, y nos metemos los dos dentro (si no tienes una cosa así, puedes fabricar algo parecido con un par de sillas y una sábana grande por encima)

Una vez estamos, mi hijo, los 20 globos y yo dentro de un espacio ínfimo, comenzamos la: LLUVIA DE GLOBOS

Con la máxima velocidad posible batimos nuestros brazos para intentar levantar todos los globos a la vez, es muy divertido, a no ser que al peque le den miedo los globos, que puede ser, porque en la lluvia de globos suelen explotar algunos… a nosotros es que eso de que exploten nos hace más gracia…



Yo os diría que con esto ya os han dado las 17:30 tranquilamente, quizá un poco más, si vuestro hijo come como una persona y no como un animal…

Después de tanta actividad, yo suelo intentar bajar pulsaciones, porque a estas alturas estamos los dos sudando como pollos, porque en el circo se crea un microclima tropical de humedad y unos 40grados.

Nos gusta mucho leer cuentos, nos ayuda a aprender palabras nuevas, tocar diferentes texturas, escuchar sonidos…hoy en dia hay una gran variedad de libros para los más peques, estoy completamente enamorada de la literatura infantil, hay veces que no soy capaz de resistirme y me vuelvo loca en las librerías… en casa teNemos nuestros cuentos favoritos…
aquí os los enseño:








El de Blas es muy divertido porque incorpora una marioneta del personaje al que puedes mover con las manos. El de los tres cerditos, un clásico que incorpora diferentes texturas en los personajes y en los escenarios, y el de el Pez, un cuento en 3D con unos colores llamativos y unos escenarios que se convierten en reales (tengo pensado escribir un POST acerca de literatura infantil con recomendaciones de libros para que tanto los peques como las mamis disfrutemos de ese momento de lectura)




En esta actividad el tiempo es variable, depende de la motivación que tenga el niño por la lectura, en mi caso he tenido serte, porque a mi príncipe le encantan los cuentos y me da para bastante tiempo…

Como ya hemos pasado un rato relajado, toca de nuevo ponerse a tope. Imagino que en esta parte, habrá muchas mamis que no estén de acuerdo, pero yo suelo dedicar un rato del día a saltar en la cama. De pequeña me parecía una de las cosas más divertidas del mundo, y quiero que mi hijo disfrute también. Nunca le dejo solo, estoy con él supervisando que no se caiga o que no se choque contra las paredes, y pasamos un rato genial. Solo paramos cuando estamos sudando a chorros y respiramos a mil.



Me atrevería a decir que con esta actividad ya hemos llegado a las 18:30

Después de este subidón, tenemos que relajarnos un poco, una gran idea que a los niños les encanta es la pintura de cara. Mi amiga Rosalía me regaló un kit completo de pinturas de todos los colores. Son geniales, se quitan muy fácilmente con toallitas. Nos encanta pintorrejearnos, nuestras caras se convierten en auténticas obras de arte. Acabamos pintándonos las manos, el cuello (y un poco de suelo también) pero quedamos así de guapos:





Seguro, seguro que ya son las 19:00.

Otro juego que nos gusta mucho en casa es el de Mamá Zombi, básicamente es un pilla pilla de toda la vida pero añadiendo un poco de ruido de zombi y movimientos más lentos y tenebroso, si además incluimos el factor “me escondo detrás de una puerta y salgo dándote un susto” queda un juego de lo más enriquecido. Los gritos están asegurados, las carreras por el pasillo también y quizá algún moratón.


Para terminar nuestra tarde lluviosa, podemos ir a un rinconcito acogedor, tranquilo y agradable (los que me seguís por Instagram ya habéis visto e nuestro) donde hacer un dibujo o pegar unas pegatinas en un folio…


De esta manera, ya hemos cubierto una tarde en casa sin perder ni un minuto de entretenimiento.


Y siempre tenemos algunos recursos exprés para esos minutos que se quedan muertos... montar a caballo, en moto, pegar pegatinas por los muebles



























Nuestra hora del baño es a las 20:00, solemos ser muy puntuales con las rutinas, 20:30 cena y a las 21:00 a dormir ( después del rosco de Pasa palabra)


Os garantizo que una tarde así se traduce en una noche del tirón para el peque y casi seguro que para las mamis también, que ¡hemos sudado lo nuestro!


Espero que os haya gustado mucho y que os de ideas para esas tardes improvisadas que tanto nos asustan
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