Cada vez damos más
importancia a la comida sana, a lo que se hace llamar “Real food”, comida real,
sin procesar, elaborada con alimentos frescos y naturales y cocinados en casa. El
“como toda la vida” que se suele decir.
Y, sin embargo,
cada vez es más difícil encontrar productos saludables en los supermercados. Casi
todos los productos que se comercializan contienen una gran cantidad de azúcares,
aceites que quedan muy lejos del aceite de oliva virgen, grasas saturadas y demás
componentes que no aportan nada bueno a nuestra nutrición, más bien, todo lo
contrario.