El gran juego de las sílabas





Hace casi 10 años que aprobé la oposición de magisterio, y por fin tenía mi clase, mis alumnos y la posibilidad de emplear mi propia metodología. Una de las cosas que tenía clara era que quería potenciar el trabajo manipulativo y necesitaba crear materiales de la nada y sin experiencia.

Mi primera creación fue este juego. “EL GRAN JUEGO DE LA SÍLABAS



El juego consistía en lo siguiente:

El material era una caja llena (llenísima) de sílabas y letras sueltas, tarjetas hechas a mano, plastificadas y con un velcro autoadhesivo detrás. Y unas planchas grandes donde poder pegarlas. (Tenía 27 planchas, una por cada alumno)

Empecé a usar este juego en 1º de primaria y continué haciéndolo en distintos niveles.

El juego consiste en hacer grupos de 4 alumnos, donde cada uno tiene una plancha. En el centro del grupo, coloco un gran puñado de tarjetas. Durante 5 minutos, cronometrados, los alumnos forman la palabra más larga que puedan. Cada tarjeta vale un punto, de manera que, una misma palabra puede obtener distintas puntuaciones dependiendo de las tarjetas que necesite.

LUNA, por ejemplo, puede tener 4 puntos, si usa una tarjeta por cada letra L-U-N-A
O puede tener dos puntos si usa sílabas completas LU-NA. O tres puntos si hace una combinación de sílabas y letras, por ejemplo: LU-N-A.

Una vez transcurrido el tiempo, se cuentan los puntos de los alumnos y se hacen las rondas que se desee. Al final del juego, podemos establecer tres premios para los alumnos con mayor puntuación.

En cada ronda se renuevan las tarjetas que tienen los grupos, para que puedan tener la posibilidad de generar palabras distintas. Y si se desea, se puede permitir el intercambio de tarjetas entre distintos grupos.

Este juego les resulta muy motivador, los niños y niñas hacen un gran esfuerzo por superar sus propios records y hace que desarrollen la atención, la agilidad mental y el trabajo en equipo.

Ahora, y después de varios años impartiendo clase en los cursos superiores de primaria, he dejado este juego para mi casa, para mi hijo, que tiene 4 años y que está emocionado con él. Aprendiendo las letras, las sílabas, a componer palabras, y todo, como siempre, jugando.


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