"Del bombo al platillo"



No puedo decir que me cogiera por sorpresa esas dos rayitas, era de esperar, eso desde luego. Lo que si me cogió por sorpresa es todo lo que vino después...

...Esperaba engordar... (pero no tanto)
...Esperaba sentir molestias...(pero no tantas) 
...Esperaba ser feliz...(pero no tanto)


Cuando el ombligo empezaba a marcarse por fuera de las camisetas y mi número pasaba de un 37 a un 41 como por arte de magia (o mejor dicho, como por retención de líquidos...), me di cuenta de que jamás volvería a ser la misma, ni por dentro ni por fuera. 

Y después de 9 meses de horno estabas listo para morder. 

De los 20 kilos de bombo, al plato llegaron casi 4, casi todo ojos y una pizquita de nariz.

Y mientras tú soñabas con ríos de lechecita caliente yo te miraba soñar.

Después de reposarte fuera casi lo mismo que tardé en hornearte, estás relleno de mimos, doradito y brillante. Ahora estás en tu punto de hijo.

....Y creo que yo estoy en mi punto de mami...



3 comentarios

  1. Precioso Silvia! Me ha gustado muchísimo! Enhorabuena por tu primer post!! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay! Gracias Laurita! Ya estoy pensando en el siguiente! Prontito una quedadita de bebés y mamis!! Un besazo preciosa!

      Eliminar

Subir